BIENVENIDOS

BIENVENIDOS
María Teresa Martínez Frutos

martes, 21 de junio de 2011

VALORACIÓN PERSONAL DE LA ASIGNATURA


       
       Durante el transcurso de este cuatrimestre, en lo que concierne al desarrollo de esta asignatura, puedo decir, que he adquirido conocimientos y competencias que me serán de gran utilidad en mi futuro profesional, debido a todo lo que hemos aprendido y ante todo, a como lo hemos aprendido: manera de estructurarlo, creación del blog, charlas con distintos profesionales del ámbito educativo, resolución de casos prácticos, observación en el aula, etc. 

Desde que en los primeros días se nos propuso la creación de un blog, en el que deberíamos ir reflejando, día a día, tanto a través del diario, como  de los mapas conceptuales y prácticas, todo lo que íbamos aprendiendo y desarrollando en clase,  consideré esta tarea un poco difícil por todo lo que suponía y a la vez interesante y provechosa, pues de alguna manera te has de implicar más cada día y esto ayuda a ir comprendiendo y conectando mejor los aprendizajes.
 En lo que respecta a los contenidos, igualmente los considero necesarios, más bien imprescindibles, para llevar a cabo una buena práctica docente, ya que si no somos capaces de observar, discernir, evaluar, valorar y aplicar, sobre todo,  tanto a nuestros alumnos como todo lo que les rodea, y como no a nosotros mismos, pues quizás no le estemos haciendo del todo bien, o al menos eso es lo que pienso yo.
¿De qué sirve enseñar una gran cantidad de contenidos que apenas algunos alumnos podrán alcanzar? ¿No es más lógico y necesario para esta sociedad y para uno mismo, llegar a lograr personas competentes, capaces de convivir, ser y aprender por ellos mismos, que tengan la habilidad de actuar de manera pacífica cuando y donde sea necesario?  
Esta cuestión deberíamos de tenerla clara todos aquellos que intervenimos de manera directa en la educación, en este caso de los niños, pero sobre todo, los docentes bajo mi opinión, ya que, supuestamente, a lo largo del camino que estamos a punto de acabar, se nos ha enseñado y transmitido como podemos y debemos actuar. 
Digo todo esto porque para mí, he vivido esta asignatura de una manera especial, Si bien estoy a punto de ser maestra de Infantil, labor que espero desempeñar de la mejor manera posible, también soy madre. En mi caso, a pesar de haber luchado incansablemente porque uno de mis hijos recibiera la ayuda necesaria durante años por un problema más que justificado, y que además, no era necesario observar demasiado para percibirlo, (estando diagnosticado por profesionales con la suficiente competencia), lo único que recibí durante años fueron quejas por su “comportamiento y mala educación”.
Los únicos que me han apoyado siempre han sido los doctores y en la asociación, si bien carecía de apoyo para la actuación más necesaria, la cual se corresponde con colaboración y coordinación familia-escuela. De nada me sirvió en un principio, insistir en la necesidad de que para que mi hijo progresara debíamos trabajar conjuntamente y de que el no era así porque quería, y necesitaba que tuvieran en cuenta algunas consideraciones, pero era más fácil etiquetarlo. Yo ya estaba actuando en todo lo que me indicaban tanto los psicólogos como en la asociación, en la medida de los conocimientos que entonces tenía y que los libros asociados me aportaban, pero lograba pocos avances ya que carecía del apoyo necesario en la escuela.
Lo pensé bastante antes de escribir esto en el blog, pero decidí que es verdaderamente importante, porque al igual que se nos ha hecho hincapié en que cuando un niño con necesidades llega a una familia esta vive una fase de duelo, se siente culpable, busca causas, etc. y esto es bastante cierto. También es imprescindible, que recordemos, que si nos somos capaces de observar y diagnosticar a nuestros alumnos, con el fin de prever y corregir las causas que puedan incidir en sus aprendizajes, a veces, hay padres que piden ayuda a los que no se les brinda, simplemente se etiqueta al niño y no se buscan soluciones. Incluso puede haber padres que piden ayuda, justificando el porqué de las necesidades de su hijo y, quizás, estamos demasiado ocupados y no atendemos a ese niño, al que de alguna manera le estamos causando un "daño".
Al igual que la escuela no puede progresar sin la colaboración de la familia, la familia no puede progresar sin la colaboración de la escuela, por lo tanto, no olvidemos que debemos ser un equipo que trabajamos y luchamos por un fin común: mejora y  progreso de una niño/a, que difícilmente va a avanzar y corregirse sin nuestra ayuda y orientación. Colaboremos porque los niños puedan incluso llegar a ser personas resilientes, creo que esto sería positivo.





 HASTA
PRONTO.......................






He encontrado esta carta de un niño con TDAH, os la adjunto porque la considero oportuna para despedir esta asignatura, sin ánimo de ser pesada, os invito a leerla y a reflexionar un poquito sobre la necesidad de que hayamos cursado esta asignatura y lo que en un futuro deberemos hacer. 

III SEMANA EUROPEA DE TDAH” EN EUSKADI


Soy un joven con TDAH y puedo llamarme Pablo, Jon, Nerea, Iker, Gorka, Markel, Andoni o Irune. Mi nombre no tiene importancia.
Soy un chico o una chica de aspecto normal, con una inteligencia normal y, sin embargo, tengo problemas.
Si me permitís, quisiera prestaros mis zapatos para que, por un momento, anduvieseis con ellos y sintáis lo mismo que yo siento.
A mis dudas de adolescente: quién soy, qué quiero, adonde voy, se une la angustia y el desasosiego de no entender por qué soy como soy.
He pasado mucho tiempo pensando (en realidad, me lo han hecho pensar) que soy vago, mala persona, tonto e incluso cosas peores; creyendo que mis padres no me quieren como a mis otros hermanos porque soy todas esas cosas y sintiendo que mis profesores me odian por lo mismo Me pregunto, porqué aun esforzándome, no soy capaz de conseguir lo mismo que los demás. Sé que no lo parece, pero me esfuerzo, aunque los resultados no sean muy satisfactorios.
Me siento tan defraudado que, a veces, incluso he pensado que nada merece la pena.
Cuando mis aitas en casa, desesperados porque no soy capaz de acabar las tareas o parece que les vacilo o tengo todo hecho un desastre, me riñen y me castigan, lloro. Lloro por mí y lloro por ellos.
Cuando mis profesores, también desesperados porque no llevo todos los libros, o no copio todos los deberes o interrumpo la clase, me riñen y me castigan, lloro. Lloro por mí y lloro por ellos.
Cuando en el parque o en el patio del cole me apartan de los grupos de juegos; cuando las familias salen con otras familias y la mía no; cuando no me llevan de excursión con el resto de mis compañeros; cuando oigo comentarios sobre mí como si yo no estuviera; cuando los oye mi ama y miro su cara, lloro.
Así voy creciendo, dolido por dentro, enfadado con el mundo. Sintiendo la misma decepción, el mismo hastío y sensación de fracaso que sienten los que me rodean, sintiendo que no soy nada, que no valgo nada. No me gustó mucho.
Convivir conmigo es duro. Lo sé porque yo estoy conmigo 24 horas al día, todos los días, sin comprender porque soy así y porqué, a veces, hago lo que hago aunque no quiero hacerlo. Intento disculparme, aunque sin éxito, porque la disculpa acaba en un llanto incontenible, una rabieta insoportable o unas cuantas frases con poco sentido.
¡Cuánta soledad!
Sin embargo, no soy malo, ni tonto, ni vago, ni sinvergüenza. Me han dicho que tengo TDAH y eso me ayuda a conocerme mejor, a quererme un poquito más, porque ahora sé qué me pasa. Solo soy diferente, y eso me da esperanzas.
Entiendo que hay situaciones peores que la mía, que no soy el único que tiene necesidades pero las tengo y quisiera manifestar mis disculpas y agradecimientos.
Pero antes, quisiera empezar por pediros las cosas que creo que necesito.
A mi familia. Que acepte lo que tengo. Que sean conscientes de que su esfuerzo como aitas va a ser mayor que el de otros aitas. Que aprendan qué es el TDAH. Que busquen información y apoyo. Por favor no entendáis mi trastorno como un salvoconducto para justificar todas mis actitudes, así no me ayudáis.
A mis profes. Que me acompañen en la dura tarea de aprender y me la faciliten, porque yo quiero aprender, solo que a veces no puedo. No os pido que seáis blandos, os pido que seáis justos con mis características.
A mis aitas y a mis profes. Que seáis un equipo. No os juzguéis los unos a los otros y menos en mi presencia. No me mandéis mensajes contradictorios porque entonces no sabré cual es el camino.
Al sistema educativo. Que facilite a mis docentes los recursos necesarios para mi formación y establezca un protocolo de atención a mis necesidades para que sepan qué y cómo hacer cuando me encuentren en sus clases. Si no establecéis unas pautas comunes, sea quien sea mi profesor, sea cual sea mi curso, mi vida académica puede convertirse en una montaña rusa y tendré muchas posibilidades de fracasar.
Al sistema sanitario. Que sea serio en sus criterios diagnósticos y que no tenga que peregrinar de consulta en consulta para saber qué me pasa. Que tome conciencia del coste económico que supone a mi familia la medicación y me facilite una buena atención psicoterapéutica en la que aprenda a manejar mis rasgos. Yo no quiero tomar pastillas porque sí. Cuando mi diagnóstico es bueno y claro, se evita que otros lo cuestionen y nos facilita a todos saber qué podemos hacer.
A la sociedad en general. Que se informe y se sensibilice. Si me juzgas, si juzgas a mi familia desde el desconocimiento, nos aíslas. A todos en general. Que me deis una oportunidad.

Y ahora las disculpas
Para mis aitas y hermanos por haber sido la causa de tantos quebraderos de cabeza. Ahora sé que siempre me habéis querido aunque no he sido un hijo fácil, pero estoy aprendiendo a serlo. Lo intento con todas mis fuerzas y os quiero mucho.
Para mis andereños y maisus por haberles hecho sentir que los retaba; que los ponía en evidencia delante de toda la clase. Estoy intentando ser un mejor alumno, lo intento con todas mis fuerzas y os respeto porque ahora entiendo que de lo que vosotros me enseñéis hoy depende mi mañana. Es posible que siempre no lo consiga pero no dejaré de intentarlo.

Y mi más sincero agradecimiento:
A quienes aun no comprendiéndolo lo intentan y a los que lo intentan y no pueden. A quienes se esfuerzan por enseñarme en la forma en que yo soy capaz de aprender.
A todos los investigadores que se preocupan por saber más y mejor qué me pasa.
A las asociaciones que trabajan en favor de las personas con TDAH.
A las instituciones que, a pesar de la crisis y de los recortes presupuestarios, guardan un poquito para mí.
A todos aquellos que aún dudan de mí trastorno, a los que se esconden tras el sistema, a los que me rechazan porque soy una carga, a los que no me dejan ser su amigo porque soy molesto. A todos vosotros, gracias, porque tengo la esperanza de que vuestra mirada será más amplia, más comprensiva y a partir de hoy estaréis ahí cuando os necesite...
Millones de gracias a mi familia y amigos, que han aprendido a enseñarme, corregirme y quererme como soy.
Agradezco vuestra presencia, que hayáis escuchados mis palabras, y me hayáis permitido mostrarme por dentro.
Hoy estáis muchas personas que me ayudan a superar mi TDAH, estáis conmigo y me alegro de vuestra compañía, porque hoy, con vosotros, me siento menos solo.
Y ahora, por favor, devolvedme mis zapatos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

cursor
------------------------------------------------

crea tu firma animada